Una receta super simple, solía hacerla desde que tengo conciencia y creo que es la receta que más he realizado en la vida. Estoy feliz de poderla compartir con todos 🙂 Antes que nada, para que el bizcocho salga esponjosos y perfecto no depende mucho de la receta en sí, si no de la elaboración. La mantequilla tiene que estar a temperatura ambiente y bien pomada. De esta manera se va a integrar mejor con el azúcar y le dará esponjosidad al bizcocho. Una vez que esté en punto pomada agregar el azúcar. El azúcar con la mantequilla deben de crear una especie de crema ligera. Al batir, el azúcar apenas se debe de notar, o inclusive no notar si lo pruebas o tocas. Esto se logra batiendo y teniendo paciencia hasta lograr el punto. Con este paso y si siguen la receta al pie de la letra, les aseguro que tendrán un bizcocho estupendo!