Muchas personas dicen que esta es una de las recetas más complicadas de la repostería. A mi se me hace que es muy simple solo si es que sigues todos los pasos. He visto que potencian las claras con cremor tártaro, sal, limón o si estás en repostería avanzada con albúmina. Todo esto es innecesario si lo haces con merengue italiano, el merengue queda bastante bien y lo suficientemente denso para que nuestros macarons salgan perfectos. 1. Primero tendrás que triturar en un procesador de comida la harina de almendra y el azúcar glass. No importa que tan «fina» diga la bolsa que es la harina de almendras, o sin grumos. Siempre tiene grumos que son imposibles quitar así que siempre a triturar. 2. Luego ponemos el azúcar con el agua a hervir hasta 117°C, cuando esté en 110°C comenzamos a batir las claras a velocidad rápida. En 117°C agregamos en punto hilo el agua a las claras montadas y seguimos montando a velocidad rápida hasta que quede un merengue denso. 3. Luego con otras claras a parte le ponemos el colorante alimentario que queramos. Aproximadamente 1 cucharada. Yo utilizo el líquido pero puede ser el que desees. Agregamos las claras a la harina con almendra ya tamizada/cernida. 4. Agregamos el merengue elaborado a la elaboración anterior y lo alistamos en nuestra manga pastelera con una boquilla circular. IMPORTANTE Utilizar solo mat de silicona sin agujeros. En mi vídeo sale que tengo agujeros pero era porque no tenía otro. Si quieres que te salga liso por abajo tiene que ser liso el mat de silicona. Una vez hecho bolitas pegar la bandeja contra la mesa para que se formen bien. Si te sigue quedando una puntita arriba con agua y tu dedo quitarla para hornear parejo. Reposar 30 minutos como mínimo. De esta manera tendrás la capa crujiente de arriba. El agua con el azúcar tiene que llegar a 117°C grados aproximadamente para que funcione. No puede estar muy líquido. Ver que no se dore mucho en el horno para que el colorante quede bonito.